Reflexión introductoria sobre el tiempo

>> sábado, 11 de abril de 2009

“Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar el ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo… Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora… Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.” (Michael Ende, Momo)

El tiempo, tal y como lo concebimos en occidente, es una de esas cosas más que se consumen.

Hace ya casi 20 años comencé a estudiar el calendario maya. Es un estudio fascinante por sí mismo, pero más fascinante es la reflexión obligada que conlleva ese estudio sobre el tiempo. Hay algo muy significativo escondido detrás del tiempo y eso es justamente lo que los mayas quisieron enseñarnos.

Si consultamos cualquier enciclopedia nos damos cuenta que definir el tiempo no es cosa sencilla. La enciclopedia Británica, por ejemplo, dice dos frases tratando de definirlo y dedica el resto del artículo a las herramientas -calendarios- que usamos para medirlo. ¿Pero el reloj o un calendario realmente miden el tiempo?

Nuestro sistema calendárico se compone de dos herramientas de medición complementarias, el calendario gregoriano y el reloj, que se nos han vendido como las herramientas de medición del tiempo más perfectas hasta ahora desarrolladas. Sin embargo, con rascar un poco tras bambalinas ambas herramientas resultan ser terriblemente defectuosas.

El esfuerzo científico-filosófico de la reforma calendárica Gregoriana fue sincronizar nuestro calendario con el ciclo de translación, el recorrido de la Tierra alrededor del Sol. Un ciclo que a todas las culturas ha dado dolores de cabeza ya que no dura una cantidad de días exactos y cerrados. El resultado fue que, por las diferentes reformas anteriores, el calendario gregoriano está plagado de irregularidad y contradicciones. La irregularidad, evidente, es que algunos meses tienen 31, otros 30, y uno más alternadamente 28 o 29 días. La contradicción viene del nombre de sus meses: septiembre viene de séptimo y es el noveno mes, lo mismo sucede con octubre (ocho), noviembre (nueve) y diciembre (diez). Una situación que refleja la tiranía romana ya que el desfasamiento se debe a que Julio y Agosto fueron introducidos por la poderosa decisión imperial de sus césares, (Julio y Augusto) quienes además quisieron tener meses largos de treinta y un días a la mitad del año para ser honrados.

Por el otro lado, el reloj convierte el ciclo de rotación de la Tierra alrededor de su eje en horas, minutos y segundos. Para implementar el reloj, la tecnología tuvo que desarrollar técnicas cada vez más refinadas que tuvieron su primera culminación con los relojes de John Harrison en el siglo XVIII y una segunda cuando se introdujo el reloj atómico. Con nuestras horas medimos mecánicamente la rotación física de la tierra en el espacio tridimensional con un concepto bi-dimensional que es el plano que recorren, antiguamente las sombras y actualmente las manecillas del reloj.

Nuestro sistema calendárico, por lo tanto, es una irregularidad mecánica basada en fenómenos astronómicos exactamente inexactos.

Los mayas -aunque está a debate si no deberíamos decir mesoamericanos- también se esforzaron por desarrollar calendarios astronómicos. De hecho, se puede suponer que usaron un calendario para cada uno de los planetas, para el sol y algunos lunares. Pero, eran totalmente conscientes de que esos calendarios eran un reflejo de fenómenos astronómicos y por lo tanto solo eran usados por los especialistas y para fines igualmente especiales. (El calendario solar Haab, por ejemplo, se consideraba como un calendario civil y regulaba la relación del individuo con las actividades productivas agrícolas y el estado.)

Su verdadero calendario, aquel que era considerado como sagrado, tuvo un punto de partida filosófico completamente diferente. Los arqueólogos, que muchas veces carecen de imaginación, han dado muchas respuestas al porqué los mayas escogieron un ciclo de 260 días como punto de partida para su calendario sagrado. La respuesta, sin embargo, resulta evidente. Se trata del ciclo de la gestación humana. Los 260 días que transcurren entre la primera división celular del óvulo hasta que se gesta un cuerpo funcional y completo. Este ciclo del “primer tiempo humano” era tan sagrado que se puede suponer que tenían y usaban, por lo menos para la clase sacerdotal y gobernante- tanto herramientas para detectar su inicio como para inducir el parto en el día 260 exacto.

La división matemática natural de este ciclo es 13 por 20 y, con esas dos cifras construyeron tanto sus matemáticas vigesimales, como la versión larga del calendario sagrado que se conoce como la “Cuenta Larga” y que, en esencia, consiste en la multiplicación alternada por 13 o por 20 de un periodo inicial de 360 días (el tun) hasta llegar a cantidades de días que resultan más que asombrosos. El porqué usaron el Tun como punto de partida abre otra serie de especulaciones, pero lo más seguro es que se trate de los 360° del círculo o la esfera, un principio sin el cual no habría ninguna referencia cósmica posible.

Los mayas con su calendario nos dicen que ese ser humano que se gesta en 260 días tiene una clara función y conexión cósmica. Es una parte fractal del universo. Es la manifestación perfecta del principio hermético del “como es arriba es abajo”, el puente entre el micro y el macro cosmos.

El tiempo, en pocas palabras, es una herramienta para el desarrollo de esa conciencia de conexión cósmica y sagrada. Hay que considerar que Hunab Ku, su principio divino supremo estaba asociado, físicamente, con el centro de nuestra galaxia.

Matar el tiempo, perder el tiempo, ahorrar tiempo, y todas esas cosas que hacemos con nuestro tiempo actual, en consecuencia, no es otra cosa que matar, perder o ahorrar(nos) esa conciencia de conexión cósmica.

El tiempo, por más que nos digan “que vale oro”, literalmente es la gran pérdida que vivimos en nuestra época.

Nuevamente cabe especular si el diseño de nuestras herramientas de medición del tiempo fue deliberado para que esto sucediera, ya que, como dice José Argüelles, uno de los reintérpretes del calendario maya: “Quien posee tu tiempo, posee tu mente”

“El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Entre más tiempo vive, más estúpido se hace, porque su ansiedad de evitar la muerte inevitable se hace cada vez más aguda. ¡Qué amargura! ¡Vive para lo siempre que estará fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro lo hace incapaz de vivir en el presente.” (Chang-Tzu)

Read more...

Aportación de Iyali Sarai López Alonso (alumna Uninter)

>> viernes, 10 de abril de 2009

El tiempo

“El mar se mide por olas, el cielo por alas y nosotros… por lagrimas.”

El tiempo y la vida cotidiana
Para Renny Yagosesky, escritor y orientador de la conducta, el tiempo es un factor de impacto y estrés en la vida cotidiana, pues las personas tienden a desear disponer de más tiempo para vivir, para trabajar o para divertirse. "Nadie o casi nadie desea la cercanía de la muerte, pero todos saben que tarde o temprano su tiempo se agotará". Por eso recomienda un uso racional y significativo del tiempo, pues estima que así se aprende a vivir de una manera más intensa, haciendo lo que es realmente importante, con menos ansiedad y culpa, y con una mayor contribución a la sociedad.
En las primeras culturas, tal como enseñó Mircea Eliade, el gran investigador de las religiones y tradiciones antiguas, existía un tiempo cíclico, marcado por ritos periódicos en relación con los procesos de siembra y cosecha, por los solsticios y ritmos significativos del sol y de determinados astros, por festividades religiosas periódicas, por celebraciones que emulaban el origen o fundación de su cultura. El tiempo, como medida, no tenía valor.
Para la mentalidad clásica todo fluye, todo está en constante movimiento, nada en el Universo puede detenerse, todo vibra, todo camina, y el propio hombre como parte integrante de la naturaleza no puede sustraerse a participar de esa danza cósmica. De esta visión participaban tanto los egipcios como los griegos, pero la hallamos mucho antes expresada en la India milenaria.
El tiempo… ¿realmente sabemos o tenemos una definición clara para lo que llamamos tiempo?
Mi opinión acerca de lo que conocemos como tiempo es algo que no se ha podido explicar concretamente ya que el tiempo solo es un estado en el que el universo en un estado de constante movimiento y se basa en cambios astrológicos que los mayas como muchas otras culturas han descubierto que las estaciones tienen que ver con el cambio que va sufriendo la tierra, por ejemplo si a mediados de primavera hace calor arriba de los 35 °C lo podemos relacionar con un cambio en el cual el sol tiene mayor reflexión en esta parte de la tierra en cambio si nos vamos del otro lado de la esfera terrestre podemos encontrar un clima completamente diferente que las temperaturas incluso podrían alcanzar temperaturas bajo cero eso se debe a que el sol no alumbra lo suficiente como para poder derretir el hielo y hacer un clima cálido, es por eso que dependiendo la posición de la tierra ante el sol es como cambiamos las estaciones.
Una breve explicación en mis palabras de lo que considero las estaciones y el cambio de temperatura dependiendo la posición del sol, no es más que una definición de lo que se considera estación y nos han enseñado desde pequeños pero realmente las estaciones son una representación del tiempo.
Por ejemplo:
Los griegos creían que el tiempo no era más que un estado cíclico de los cuerpos celestes que al llegar al punto de alineación volvería a empezar la existencia.
Los cristianos creían que el tiempo era una forma de conciliar el tiempo en un estado lineal que todo tiene un principio y un final, pero ahí esta la contradicción como los cristianos pueden pensar que hay un principio y un final si supuestamente hay gloria eterna y descanso después del estado físico en el que un cuerpo habita en la tierra, si para los cristianos el alma es en realidad la representación de vida y según la Biblia nuestra alma tiene un lugar en la eterna paz del cielo o de oscuridad dependiendo como hayamos sido como personas en el estado en el que permanecimos con vida en la tierra.
En la era del racionalismo, el físico Isaac Newton dijo que el tiempo existía independientemente de la mente humana y los objetos materiales, que fluía por sí mismo. Isaac Newton dijo que la mente existía independiente de la mente humana pero en su pensamiento donde queda la física, lo que se interpreta es lo mismo que la religión argumenta del estado en el que el alma toma su nuevo espacio en el universo y en el espacio.
En la actualidad todo mundo nos dejamos llevar por una invención del hombre que es el reloj y el calendario.
Si nos ponemos a pensar que mide realmente el reloj y porque el calendario no va cambiando al transcurso de los días dependiendo la translación de la tierra, porque sabiendo que realmente en muchos años los días no han sido exactos ya que tenemos días de mas y horas, nunca es exacto entonces sabiendo eso porque no modificar los calendarios y ponerle por ejemplo: 364 días y 22 horas.
Eso desde mi punto de vista no es algo que realmente este a buen criterio ya que nos dicen haber 365 días cuando no los hay y si acumulamos todas las horas y días que nos han mentido al transcurso de la vida por haber días y años incompletos cuanto seria la suma de tiempo que nos han aumentado al dejar pasar esos errores en la sincronización de la tierra con el sol.

¿La otra pregunta a quien se le ocurrió y quien tomo la decisión de cómo medir el tiempo?
Según el sistema internacional de unidades el tiempo atómico es el que se encargo de medir el día solar dependiendo el movimiento de la rotación del tiempo. Pero realmente como vamos a conocer el tiempo si solo es un transcurso que se conlleva afectado por cambios en el planeta que todo se basa a un ciclo que s desde la creación y de ahí la evolución que no ha llevado a que el periodo de gestación sea un principio y el transcurso de la vida conforme vamos envejeciendo sea un final al periodo o transcurso que tenemos en la tierra como un ser viviente.
Todo el tiempo que llevo con vida existen momentos que solo pasamos por la vida sin tener algún entusiasmo en preguntarnos de donde vienen las cosas porque las llaman así y aunque según los griegos y los mayas e infinidad de culturas lo traten de explicar las palabras, definiciones y denominaciones para las cosas no son más que sonidos emitidos por las cuerdas vocales.

Sin más que decir para mí la representación del tiempo no es más que una forma de controlar a la humanidad poniéndoles limitaciones, porque el tiempo no es más que una limitación ya que aunque traten y traten de explicarlo no tienen la certeza de decir un año tiene 365 días, un mes puede variar de 30, 31 o incluso 28, un día posee 24 horas y una hora 60 minutos, un minuto 60 segundos y así sucesivamente, pero quien les dijo que realmente están correctos, es solo una medida que fue registrada ante el sistema internacional de unidades pero no hay nada concreto que diga que un segundo es un segundo cuando es imposible medir algo que a pesar de tantos estudios nunca vamos a descubrir ya que el tiempo no es más que un transcurso en el que el movimiento de la tierra sufre cambios.

Bibliografía:
es.wikipedia.org/wiki/Tiempo
http://www.monografias.com/trabajos901/evolucion-historica-concepciones-tiempo/evolucion-historica-concepciones-tiempo.shtml

Read more...

  © Blogger templates Shiny by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP